Entre granadas, ametralladoras, trincheras y banderas, las convicciones decimonĂłnicas de la modernidad se disolvieron en la historia. El mundo se tambaleĂł en 1914, cuando Europa se desangraba en la Primera Guerra Mundial, y se estremeciĂł en 1917, cuando Rusia proclamaba el poder para los sĂłviets en la RevoluciĂłn de octubre. Previamente, desde el final de la dĂ©cada de 1870, los europeos habĂan estado viviendo inmersos en una atmĂłsfera de inaudita paz que preparaba al mundo para el mayor de todos los conflictos vistos hasta el momento.
Cuarenta años de frĂĄgil optimismo en los que la atmĂłsfera se fue enrareciendo hasta ser irrespirable. Cuarenta años en los que la red de alianzas entre las potencias de Occidente se afianzaba, el dominio colonial europeo se apropiaba de Ăfrica y se endurecĂa la competiciĂłn por ser el motor del mundo. Un periodo en el que las viejas estructuras sociales y polĂticas hubieron de replegarse ante la emergencia de los movimientos nacionalistas, la apariciĂłn de los partidos de izquierda y el portentoso desarrollo de la nueva maquinaria estatal. El mundo emergente despuĂ©s de la Primera Guerra Mundial ya no se reconocerĂa en su versiĂłn previa, se habĂa transformado. La vieja Europa habĂa muerto, la nueva se asomaba temerosa al siglo xx.
Norman Stone, uno de los mayores expertos en historia contemporĂĄnea de Europa, le da sentido en este libro a una de las Ă©pocas mĂĄs complejas de la historia europea. AdemĂĄs de desgranar cada uno de los hitos polĂticos y explicar sus antecedentes y consecuencias, el autor, con una extraordinaria narraciĂłn, revela el devenir de cada potencia europea y expone los desarrollos culturales de mayor relevancia del periodo.